REFLEXIONES para estas fiestas
FELIZ NAVIDAD y MEJOR AÑO 2007
Cuando decides amar a los que te rodean...ese día es Navidad.
Cuando decides reconciliarte con quien te ha ofendido... ese día es Navidad.
Cuando socorres al que te pide ayuda... ese día es Navidad.
Cuando te tomas el tiempo para charlar con los que están solos... ese día es Navidad.
Cuando te desprendes aún de lo que necesitas, para dar a los que tienen menos... ese día es Navidad.
Cuando eliges vivir en alegría y la esperanza... ese día es Navidad.

¡Que todos los días de tu vida sean Navidad!

También vemos asomarse un NUEVO AÑO...
Un año más en la carrera de la vida.
En el jirón de nuestra vida van quedando hermosos y valiosos recuerdos, vivencias, y también van quedando algunas ilusiones truncas... y decimos ¡Cómo pasa el tiempo...!

Todo esto nos hace pensar que necesitamos poner orden en nuestra vida y es necesario recordar o disponer de algunos CRITERIOS que nos puedan ayudar:

EL AÑO QUE PASÓ: un “YA NO”

Ya no podré sonreír a los que cruzaron mi camino, pidiendo una sonrisa.
Ya no podré mirar a los que no quise ver.
Ya no podré poner ilusión en los desesperanzados.
Ya no podré poner paz, donde quizás yo mismo/a sembré discordia.
Ya no podré consolar a los que con mi actitud entristecí.
Ya no podré valorar los juicios de los que no pensaron como yo.
Ya no socorreré a los que tendieron sus manos y yo ignoré.
Ya no restableceré lo que con mi crítica destruí.
Ya no podré seguirte, Señor, porque no estuve pronto/a a tu llamada, dudé cuál era mi camino y perdí el tren. Un tren que llevaba una consigna: ¡Adelante, Voluntad, Entusiasmo! (A.V.E.)

Pero, Señor, me regalas un nuevo año, un año que estreno con la ilusión abierta...

EL AÑO QUE INICIO: un “TODAVÍA”

Todavía tendré ocasión de querer a los que no me gustan.
Todavía pondré ilusión en realizar mejor el trabajo de cada día.
Todavía podré reaccionar ante la injusticia, y hacer mío el dicho evangélico: “La verdad los hará libres”.
Todavía sembraré la paz en mi entorno, sabiendo que esta paz nace en mi corazón.
Todavía, si no puedo cambiar el mundo será importante que el mundo no me cambie a mí.
Todavía, Señor, estarás en la marginación y el sufrimiento, para que podamos verte.
Todavía creo, Señor, que Tú nos quieres, a veces, a pesar nuetro.
Todavía Señor, me regalas este año que comenzamos donde nos darás la oportunidad de practicar la Ley de tu Amor.
Gracias, Señor, porque Tú, cada día, en cada año, siempre seguirás creyendo en el ser humano, aunque nosotros no creamos...
Afrontemos el nuevo año con ESPERANZA y OPTIMISMO...